Los Warriors se meten en su cuarta final NBA consecutiva

Por Pedro Landoni

Foto sacada de: Washington Post

Golden State venció por 101-92 a los Rockets en el séptimo partido de las finales de la conferencia Oeste y se clasificó por cuarta vez consecutiva a las Finales, donde ya los esperan los Cavaliers de LeBron James.

Ayer por la noche se terminó una de las finales de conferencia mas apasionantes de los últimos tiempos en la NBA.  Houston se enfrentaba en el séptimo partido a Golden State, y el que perdía iba a ver las finales por televisión. Los Rockets, no contaban con Chris Paul, lesionado en los últimos segundos del quinto partido y los Warriors se quedaban sin Andre Iguodala, jugador clave en este tipo de definiciones. Así que la serie estaba 50 y 50. No había equipo favorito.

Golden State venía de empatar la serie en el Oracle Arena tras vencer al equipo texano por 115-86 y ayer llevaba todas las de perder, ya que la última vez que había conseguido ganar un séptimo partido fuera de su casa había sido hace 70 años cuando los Philadelphia Warriors –Su anterior nombre- derrotaban a los Saint Louis Bombers, equipo de la ex Basketball Association of America. Pero dio el batacazo y se llevó el partido en el Toyota Center.

El partido empezó como una arrolladora para Houston, que de la mano de Harden y Clint Capela –Joven suizo de tan solo 24 años con mucho potencial-, hacían ver que era posible eliminar al último campeón de la NBA, y llegaron a estar 42-28 arriba, y el equipo local se iba al descanso con una ventaja por 52-43  y parecía que la racha de tres años consecutivos en las Finales de los Warriors se iba a acabar.

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Pero no. Luego del descanso,  hubo dos factores del juego que  permitieron la remontada de los Warriors. Primero, la baja efectividad de Houston en su especialidad; los triples, en los que realizó ¡27! intentos seguidos desde la línea de tres durante el cierre del segundo, todo el tercer cuarto, y casi la mitad de los últimos 12 minutos. Recién a falta de 6:27 para terminar el encuentro pudo convertir uno para terminar la noche con solamente 7 tiros de tres puntos encestados de 44. Unos números espantosos para un equipo acostumbrado a meter mas de 10 triples por partido.

Y apareció el jugador que dicen no aparece en los partidos importantes, el MVP de la temporada 14-15 y 15-16, el número 30, Stephen Curry, que con su especialidad, y lo que no le salió a Houston durante todo el partido (los triples) cambiaron el partido. Curry metió 7 tiros de tres de 15, y anotó 14 puntos de sus 27 totales en el tercer cuarto con 4 triples e irse al último tiempo con una diferencia de 7 puntos a favor de los vigentes campeones de la NBA por 76-69.

También hay que recalcar la tarea de Kevin Durant que anotó 34 puntos y de Klay Thompson, con 19 tantos. El último cuarto también iba a ser para los de San Francisco, mientras que Houston caía en la desesperación de sus fallidos triples y la desazón de no poder llegar a las finales de la NBA, algo que no se le da desde 1995 cuando ganaron el anillo con Hakeem Olajuwon. Otro que tuvo una noche para el olvido fue el alero Trevor Ariza que, a pesar de jugar 42 minutos,  terminó el partido con cero puntos y terminó con unas estadísticas de 0/12, siendo solamente superado por Ray Allen en 2010 que tuvo 0/13 con los Boston Celtics en el tercer partido de las Finales NBA frente a los Angeles Lakers.

Así, el partido fue controlado por Golden State hasta el final, llevandose el encuentro por 101-92 y se clasificó por cuarta vez consecutiva a las Finales NBA, donde nuevamente se enfrentará a los Cleveland Cavaliers de LeBron James por cuarta vez –hecho histórico también- a partir de este jueves a las 22 horas.