KD en busca de la gloria

Por Nikolas Gonzalez

Kevin Durant en SuperSonics  Foto: http://www.locosnba.com

 

Kevin Wayne Durant, nació el 29 de Septiembre de 1988 en un barrio en Washigton DC. Se crió con su Madre y 3 hermanos, la que siempre estuvo con el en el transcurso de su vida. Ya que el padre de Durant lo abandonó con tan solo un año de edad y mas nunca volvio. El Padre de KD estaba envueltos en problemas callejeros y drogas, por la cual abandonó a la Familia.

Durant y su Familia tenían que estar mudandose y cambiando de vivienda, ya que no tenian mucho dinero. A los 21 años con dos hijos y viviendo sola sin tener un hombre que la ayudará. Pasaban necesidades económicas. Muchas veces se tuvo que ir a jubilación por pagar los viajes y la educación de KD. Llegaron a vivir en un apartamento en la cual durmieron en el piso. Ya que no tenían muebles ni cama. Solo les falto abrazarse porqué a pesar de todo tenia un techo.

Fotografia de http://www.losblanquillos.com

A Kevin siempre le apasiono el baloncesto, pero nunca tuvo ayuda o el ejemplo de un personaje en la cuál se inspirará. Pero llegó alguien quien cambio su vida. A la edad de 8 años Durant conoció a su sustituto padre, así lo llamo a ‘Big Chuky’ un entrenador que lo llego a querer como un hijo. Lo invitaba al cine, a partidos de básquetbol y le daba dinero. Durant dormía en la casa de Big Chuky cuando su madre trabajaba.

Fue el que le enseñó los fundamento del básquetbol y lo entreno. Pero todo cambio un día, el entrenador se encontraba en la Barriada. Y de momento dos jóvenes se enredaron en una pelea callejera, a lo que Big Chuky no se resisitió y decidió meterse a separarlos. Todo se fue abajo. Chuky reicibio tres impactos de bala en el pecho que le causaron la muerte en el acto a los 35 años. Horas mas tardes Durant se entera de la noticia. Se desplomo a llorar, no superaba la trágica muerte del hombre que el consideró como un padre. «El se preocupaba por mi, me quería como su hijo». «Pero estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.» «Nunca superare su partida, el me hacia sentir como una estrella». «Pero seguiré jugando para ti Papa, salgo a la cancha a jugar para ganar por ti y para que estés donde estés, te sientas orgulloso de mi». «Siempre te recordaré», son las palabras del jugador al recordar a su figura paterna, «Big Chuky». Hoy lleva su nombre en sus zapatillas, para no olvidarlo.

Durant se la pasaba solo y no tenia amigos,  hasta que conoció a Michael Beasley, con el cual hizo una amistad inseparable la cual el día de hoy todavía sigue en pie. Los dos tenían una meta y era llegar a la NBA. Paso el tiempo, y Kevin ya era un éxito en el básquetbol. Ya en varios equipos su números era de 30 pts, 5 reb, 3 ast. Números que, junto Beasley consiguieron dos campeonatos en la escuela. Luego consiguió una beca para jugar en la Universidad de Texas. Vuelve a matar la liga con unos números de 25 pts y 11 reb, por partidos. La NBA se fijo en el para ser elegido en el pick #2 del Draft de la NBA, cumpliendo su sueño, por Seattle Super Sonic que hoy es OKC. Antes de su primer partido de la NBA dijo estas palabras: «Usare el #35 a causa de la muerte de mi padre. Siempre dijiste que llegaría a la NBA, y hoy estoy aquí. «Como me gustaría abrazarte y darte las gracias». «Ganare por ti un día, se que estas en el cielo cuidándome».

KD OKC y SuperSonics foto: http://www.nbalive.com

Durant con la frente en alto y el numero 35 en su espalda en homenaje a su entrenador, promedia 20 pts, 4.4 reb y 2.4 ast. Siendo Rokie of the Year por encima de Horford. Años mas tarde le llega otro tornado a su equipo, el famoso Russell Westbrook en la cual hacen un buen dúo llegando a las Finales en el año 2012 pero sufren una derrota ante los LeBron y sus Heat.Ya en el 2014 gana el MVP de la temporada, en la cual agradece a su madre por el galardón: «Madre tu nos hiciste creer, me alejaste de las calles, nos diste de que comer y nos vestiste». «Gracias a Dios sobré todo y ti». «Tu si eres la verdadera MVP».

Durant reza antes de jugar: «Esto viene de mi Familia mi madre se sentaba conmigo y me hablaba de Dios, teníamos grandes charlas espirituales». «Por eso rezo antes de cada partidos». «De pequeño iba mucho a la iglesia, pero ya estando en la NBA no puedo asistir como antes». Me mantengo humilde. La biblia dice que Dios exalta la humildad, por eso me mantengo así todo el tiempo. «Cuando hablo de frente a alguien y me dicen eres el mejor. «Solo agradezco a Dios por todo lo que me ha dado». Durant tiene a Jesucristo tatuado en la espalda.

Kevin Durant con Russell Westbrook en OKC Thunder Foto: http://www.okcthundersfansclub.com

Cristiano, va a la capilla siempre que puede tras los partidos de los Thunder y luce tatuajes religiosos en la parte abdominal y la espalda. Pero Durant, que tras firmar con los Thunder también lo hizo con Nike (60 millones de dólares por siete temporadas), tiene su propio restaurante (KD’s Southern Cuisine) y una película infantil Thunderstruck. A pesar de todo eso es “como un chico de instituto”, decía su exnovia, Monica Wright ( jugadora de la WNBA donde consiguio 2 anillos), que confesaba que es muy bueno limpiando y adicto a los videojuegos y al Twitter. Además, es otro hermano para Serge Ibaka. Kevin y su madre Wanda se desvivieron por él cuando éste llegó a los THunder. El congoleño era uno más en las cenas de los Durant e incluso su madre ha lucido en muchas ocasiones el 9 de ‘Air Congo’. Ninguno sigue en Oklahoma City: «Yo a Oakland y tú a Orlando». Adiós al Big Three de los Thunder.

A pesar de que ya ha sido cuatro veces máximo anotador de la NBA (la última en la temporada 2013-14), aún no ha podido cumplir su gran sueño: el anillo, que estuvo tan cerca en 2012, cuando perdieron en las Finales ante los Heat. Su salto a los Warriors, con Curry, Thompson… podría brindarle esta oportunidad.

Kevin Durant en Golden State Warriors Foto http://www.WarriorsFans.com

En esta oportunidad para los Warriors y el juicio por alta traición, uno en el que todo el mundo quería leer el veredicto, para Kevin Durant. Y al fin, en estas Finales que solo eran un pasaje hacia algo superior, algo que debería culminar en próximas temporadas, apareció esa certeza última: los Warriors y Kevin Durant querían reunirse no para ganar sino para ganar así. Y lo demás nunca ha importado demasiado.

Kevin Durant era el seguro contra cualquier amago de colapso: su quinto partido coronó sus Finales de MVP (39 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias y 14/20 en tiros). Once puntos en el último cuarto, cuando la caza interminable de unos Cavs con mil vidas acabó por pura falta de fuerzas, porque apretaron con todo en ataque (su defensa no ha estado ahí en toda la temporada) pero los Warriors respondieron siempre, golpe por golpe en un tremendo segundo tiempo de baloncesto. Con un Durant imperial, un Iguodala extraordinario en ataque y defensa y un Stephen Curry que no se precipitó y supo leer el partido y sumar con precisión quirúrgica: 34+6+10+3 a pesar de un 2/9 en triples.

KD Rueda de prensa Foto: TheFinalsNBA

Pero esta vez los Warriors no miraron atrás para ver qué era ese ruido que los perseguía por mucho que corrieran. Contra el miedo y los fantasmas de 2016 no pararon de sumar, de empujar, de probar el ánimo de un rival que cayó definitivamente a cuatro minutos del final: 122-108. El Oracle estalló, una caldera maravillosa, y los Warriors celebraron durante los últimos 100 segundos de temporada el primer título amarrado en su pista desde la mudanza a la Bahía en 1962.